Montserrat Sagot
Statement
He sido integrante de LASA, prácticamente de forma ininterrumpida, desde 1994. En ese momento tenía dos años de haberme graduado y estaba iniciando mi vida profesional. Desde ese momento, LASA se convirtió en uno de los principales referentes para mi desarrollo académico. No solo por la posibilidad de participar con en sus congresos internacionales, de escuchar la presentación de las últimas investigaciones sobre la región y de tener acceso a las diferentes publicaciones, sino también porque me ofreció una oportunidad insustituible para el establecimiento de redes y para la construcción de relaciones profesionales y personales de largo aliento. Algunas de mis más preciadas amistades fuera de Costa Rica, construidas a la luz de las coincidencias teóricas y políticas, y de las aspiraciones compartidas, se las debo a LASA.
Justamente por las oportunidades que me ha brindado LASA, como Centroamericana trabajando y viviendo en Centroamérica, siento que es necesario fomentar de manera más activa la membresía de personas de la región. Por sus características geopolíticas y por su historia, Centroamérica ha sido objeto de estudio para muchas personas investigadoras de Estados Unidos y Europa. Sin embargo, las difíciles condiciones de la región, ha tenido como resultado que pocas personas que viven y trabajan en Centroamérica, particularmente estudiantes, tengan la posibilidad de participar en esos procesos de construcción del conocimiento y de ser parte de las redes académicas que se fomentan desde organizaciones como LASA. Por eso, si tengo el honor de ser nombrada en el Comité Executivo, uno de mis objetivos será fomentar la membresía en la región.
Me interesa también fomentar y fortalecer las relaciones de LASA con las organizaciones profesionales y de investigación de América Latina, tales como CLACSO, FLACSO, ALAS, CSUCA, ALAHIS, ALAETS y otras, con el fin de construir sinergias que permitan avanzar en la producción de conocimientos Sur-Norte. El fortalecimiento de este tipo de relaciones ayudará a construir nuevos lugares de enunciación para el análisis de las realidades de América Latina y el Caribe.
Por otra parte, las Ciencias Sociales y las Humanidades están bajo ataque en América Latina, al igual que en otras partes del mundo. Las amenazas de cierre de las carreras de Ciencias Sociales y Humanidades, los recortes de presupuesto a las universidades públicas y la presencia de grupos de presión conservadores y fundamentalistas se han convertido en una amenaza para la producción de pensamiento crítico en la región. En ese sentido, como lo ha hecho a lo largo de su historia, LASA debería continuar y también fortalecer sus capacidades para la defensa de las libertades académicas, para apoyar el desarrollo de la investigación y la docencia bajo condiciones materiales justas, y para fomentar la libre difusión del conocimiento.
Finalmente, aunque soy integrante de LASA desde hace más de dos décadas, y he sido parte de diferentes comités e instancias de la asociación, tengo claro que presentar mi nombre para un puesto en el Comité Ejecutivo en el contexto de una pandemia, representa una serie de retos y responsabilidades adicionales. Pero lo hago porque siento que, más que nunca, necesitamos de espacios de encuentro académico y personal, necesitamos de organizaciones profesionales y académicas que desde una perspectiva de justicia y equidad apoyen a quienes están siendo más afectados por la crisis y por sus consecuencias de mediano y largo plazo. Es el momento de rescatar las mejores tradiciones de apoyo solidario y construcción de redes de apoyo y pienso que LASA puede jugar un papel fundamental en esas tareas.